Wikipedia

Resultados de la búsqueda

domingo, 23 de agosto de 2020

EDUCACIÓN PRESENCIAL Y EDUCACIÓN VIRTUAL





El confinamiento por la pandemia del Covid-19 nos ha obligado a experimentar durante 5 meses ya una forma distinta de vivir la escuela. Los maestros presentan los temas y las actividades académicas en una guía, en el whatsapp o la plataforma y los estudiantes encienden el computador o el celular y mediante una charla indirecta con maestros a través de chats, videoconferencias y herramienta tecnológica, desarrollan los trabajos... Muchas veces llenos de dudas  e inseguridades, hacemos las tareas, las organizamos y las enviamos para la revisión por parte del profesor. Pero al mismo tiempo hoy no enfrentamos el afán por llegar temprano a clase, por levantar la mano para contestar a lista, por entregar el cuaderno...tal vez si me quedo en cama un rato más no habrá diferencia y nadie lo va a notar, tal vez puedo inventar alguna "mentirilla" para entregar el trabajo mañana y descansar un poco hoy. 

Sin embargo esas circunstancias, que podrían parecer favorables, nos ponen en una situación embarazosa. A diario hemos enfrentado la difícil decisión de continuar o parar, de seguir insistiendo con trabajos y tareas, con clases virtuales y chats o esperar a que pase la pandemia. Cada día se impone la necesidad de darle sentido al trabajo a distancia, aislados, solos...y es que hay momentos en los que se siente un impulso fuerte por desistir, se acaban los ánimos, se confunden las ideas y se piensa que difícilmente se podrá aprender y que tal vez se "pierda el tiempo" al seguir la escuela en estas condiciones. Nunca antes habíamos apreciado tan directamente las obligaciones personales que exige estudiar y prepararnos.

Por lo tanto es hora de empezar a comprender a qué nos enfrentamos y buscar la manera más efectiva de hacer frente a la situación, es decir, de entender cómo es la escuela hoy. No vale que busquemos a diario evadir lo que nos corresponde e ignorar las clases virtuales o desatender a los llamados de los maestros; no es favorable hacernos los locos con el directorio de profesores, la lectura de las instrucciones que aparecen en la guía o en las novedades de la plataforma y mucho menos dejar en visto los mensajes que se reciben en el chat del grupo. Pretender evadir la situación con el silencio no es la mejor solución a la crisis. Lo más probable es que a medida que pasen los días sea muy obvio que la vida siguió su rumbo tomándonos ventaja... y nos ha dejado estancados por propia voluntad.


Tal vez no se ha logramos entender o no se ha querido entender las condiciones que exige la educación formal y mucho menos remota, porque es necesario reconocer que la AUTONOMÍA es el pilar fundamental para este tipo de educación a la distancia. La iniciativa está en cada quien, porque es el estudiante virtual el que decide iniciar la jornada escolar a las 6 de la mañana, y quien se obliga a leer cuanta instrucción se escribe en la guía, la plataforma o el whatsapp. Cada estudiante desde sí mismo le da la importancia a la tarea y se compromete desde su propio yo a resolver las actividades.  

Mientras no se entienda la dinámica de la clase virtual que consiste en recibir el tema, leerlo, estudiarlo, tomar nota, discutirlo con quien esté a nuestro lado, aplicarlo y retroalimentarlo, bastará sacar una excusa, buscar un pretexto o entregar un trabajo copiado del amigo. La fuerza de voluntad, la disciplina y convicción de cada uno es el mejor aliado para enfrentar, desde el rol de estudiante, la nueva forma de la escuela hoy y así responder a los dilemas de la falta de entusiasmo que genera el trabajo virtual.

Cuántas  instrucciones se han recibido de parte de los docentes para desarrollar de la mejor manera el trabajo escolar: Lea muy bien los títulos, encabezados, instrucciones y enunciados. Recuerde comunicar sus dudas por la plataforma, el whatsapp o el correo. No olvide que los temas están organizados y las actividades están relacionadas con los temas. Tenga en cuenta la buena comunicación, no ahorre en palabras cuando pregunte o conteste...no escriba en fragmentos como si estuviera aprendiendo a leer, recuerde que las ideas se expresan completas y se escriben en párrafos...Oiga, la buena presentación es parte fundamental del trabajo, así que aplique normas ICONTEC. Tenga presente el cronograma, el calendario de actividades y revise las tareas antes de enviarlas...toda estrategia que pretenda reemplazar las horas de diálogo en las clases es apenas un intento, pero se debe considerar a detalle y con consciencia y aplicar con dedicación. Porque no tiene sentido las teleconferencias o clases virtuales de dos o más horas cuando solo se busca la pregunta para contestar al azar o por intuición (o por copia que es peor) sin estar dispuesto a un intercambio de ideas, a una discusión abierta, a escuchar al maestro o al compañero, a consultar o explorar sobre el tema en la red.



Desde esta perspectiva ni la educación presencial y mucho menos la virtual tienen razón de ser, y los docentes como acompañantes del proceso, guías de la formación, salimos sobrando, porque como simples  transmisores de conocimiento no hacemos mayor cosa y sin la voluntad de los estudiantes para atender y escuchar o para realizar una tarea, menos.



domingo, 24 de mayo de 2020

PANDEMIA, EDUCACIÓN Y COMUNICACIÓN.


"No estábamos preparados para esta situación"

Es una frase que se escucha regularmente entre las personas que hemos tenido que lidiar con la situación de aislamiento preventivo a causa del COV-19, y que hemos visto cómo nos tocó aprender a actuar en circunstancias poco habituales. Realmente esta pandemia no dio tiempo para capacitarnos ni ponernos de acuerdo en lo que íbamos a hacer, ni cómo hacerlo en nuestra condición de persona, de ciudadano o sociedad y mucho menos como estudiante o como profesor.

No pudimos dialogar sobre estrategias y tampoco pudimos planear acciones... fue de un momento a otro: nos despedimos un viernes para regresar el lunes, pero no fue así. No pudimos dejar en claro la manera en que se iba a desarrollar el trabajo, ni qué correspondía hacer, ni cómo nos comunicaríamos...nos cambió radicalmente lo cotidiano, lo acostumbrado, nos sacó de nuestra "zona de confort" en la que sabíamos movernos: levantarnos, ir al colegio en la mañana, asistir a las clases, dialogar, preguntar, resolver las actividades y compartir con docentes y compañeros en unas condiciones que ya todos conocíamos. Nos sacó de manera tajante de nuestra cotidianidad.

No obstante estamos obligados a seguir avanzando, a no dejar de hacer, de desenvolvernos, de trabajar y cumplir con nuestra formación o con el deber de persona, sociedad, estudiante o profesor. La vida sigue y guardamos la esperanza de un mañana "normal", como antes, en el que se piensa en alcanzar el éxito, en prepararnos, en recibir clases y también en darlas, en obtener buenas notas, participar de los actos de izada de bandera, del English Song, del Festival de Teatro, del Festival Wilton Gámez, de los campeonatos de micro, de pasar el año y de estar en el acto de graduación recibiendo el diploma o el boletín con la palabra APROBADO.

Por ahora la realidad es otra. Nos vemos cada uno en su casa, con la familia, lo que es muy bueno, pero particularmente nos vemos valiéndonos por nuestros propios medios...las estrategias nos tocó inventárnolas solos para cumplir con las tareas, para entender lo que hay que hacer, para saber resolver los cuestionarios, los exámenes y ejercicios. Nos autorregulamos solos... si nos levantamos temprano a realizar nuestras labores es por iniciativa propia, por convicción y no por obligación o costumbre...difícilmente hay quien esté mirando si cumplimos o no, si completamos la hora de clase o si evadimos. Ahora no está el docente para que le explique, ni el compañero de clase para preguntarle la tarea; nos encontramos, de cierta manera, solos contando con nosotros mismos, tratando de seguir instrucciones por medios virtuales en una comunicación indirecta y fría y con el compromiso que exige conocer los elementos que componen esos canales y medios de comunicación virtual; además de tener que comprender la forma de usarlos en pro de una comunicación efectiva y sobre todo entender que esos elementos con sus funciones y sus partes son la única forma, en este momento, de comunicación posible.

La condición de estudiante o de maestro nos obliga a asumir otros compromisos, a comportarnos distinto, a entender el nuevo escenario de la educación. Si bien los padres proporcionan los medios y recursos para cumplir con el estudio, hasta donde dan sus posibilidades, y los familiares contribuyen con sus explicaciones y orientaciones, sabemos que ese no es su papel ni su compromiso, pues la responsabilidad del estudio o la enseñanza está en la función que le corresponde a cada uno como estudiante o como maestro según su rol. Entonces en ese camino de volver a entender la dinámica de estudiar y enseñar es necesario pensar en cómo nos vamos a comprender en la distancia, desde el otro lado de un celular, de una plataforma virtual, una teleconferencia o un whatsapp.   

Esta situación a traído una particular forma de comunicarnos aunque parecería muy común en esta época de la informática y las telecomunicaciones, sin embargo no habíamos tenido la necesidad de entender con detalle en qué consiste la comunicación virtual; y lo que hemos podido entender hasta ahora, es que es un diálogo vertical donde emisor y receptor no se ven, no están ahí en el mismo lugar con la posibilidad de intercambiar ideas al mismo tiempo que se aclara y se corrige lo dicho. Solo queda la confianza de que quien está al otro lado de una pantalla es lo más honesto, sincero y comprometido posible para hablar y que es capaz de darse a entender y entender al otro de la mejor manera. 

El asunto de la comunicación no había sido tan importante como ahora. En lo cotidiano, hablar con los demás, podíamos entenderlo como algo sencillo, pero ahora no podemos verlo como una actividad simple y llana, porque lo que el otro me dice a través de una pantalla, un celular, un mensaje de texto, una plataforma virtual, puedo interpretarlo de muchas maneras, y así mismo lo que yo digo puede ser interpretado de formas que ni yo mismo alcanzo a imaginar. No podemos estar hablando de manera infinita por celular o mediante conferencias como lo hacemos al estar en la clase o en el descanso... en algún momento me voy a quedar solo, aislado, con lo dicho y con las dudas que me genera repasar en un escrito lo hablado. Entonces aquí toma gran valor la capacidad de lectura, de poder entender las palabras del autor, de poder comprender al que me habla sin estar presente, al que me escribe. 

Por lo anterior no podemos ver, lo que se dice en una instrucción, en un mensaje, en una guía, en una etiqueta, como algo sin lógica, sin sentido o sin intención. Por el contrario nos corresponde encontrarle la razón de ser a cada palabra que recibimos del otro. Cada frase expresada en un documento representa un sentir, un propósito y objetivo de quien nos habla y busca entablar un diálogo efectivo y eficiente para llegar a un punto en común. La retroalimentación juega un papel muy importante en estos momentos de comunicación virtual, porque es en este aspecto de la comunicación donde está el éxito del entendimiento con el otro. Si un estudiante considera que lo expresado por un maestro al devolver el trabajo no es importante, entonces está perdiendo la posibilidad de aprender, de cambiar, de mejorar. Si un profesor piensa que sobra la palabra que explica, la frase orientadora, el comentario que hace pensar, está faltando a su función como acompañante, como motivador y guía.

Por estas razones cabe decir aquí que nunca antes se había tenido la IMPERIOSA necesidad de leer comprensivamente como en estas circunstancias. Aprender a leer hoy más que nunca, posibilita la comunicación, esa comunicación tan importante para que se dé el proceso de enseñanza aprendizaje.

La comprensión y el aprendizaje están ligados en un mismo acto que se llama lectura. Esta habilidad comunicativa es todo lo que se necesita para entrar en contacto directo con el que no está presente. Entrar en diálogo interno con el escritor a través de una buena lectura es poder descifrar su mensaje, su propósito y así poder lograr una respuesta que nos ponga en acuerdo y nos identifique, que nos una y no que nos distancie más de lo que nos tiene este confinamiento. Ser capaz de comprender al otro a través de un escrito es estar en otra dimensión, en la del mundo virtual, abstracto y posible, y es lo que se necesita para que yo entienda y los demás se ocupen de lo suyo: el estudiante de sus tareas, la mamá de sus quehaceres, el papá de su trabajo, etc.

Pero además de lo anteriormente dicho, leer de manera comprensiva y crítica nos hace en este momento, y en cualquier otro, más autónomos, más autosuficientes, más autodidactas dado que se fortalece nuestro pensamiento y nuestra forma de ver y entender el mundo. 

 

Escrito por: LUIS FERNANDO ÁLVAREZ TORRES
                    Lic. en Filosofía y Letras.
                    Docente de HUMANIDADES 
 

miércoles, 22 de abril de 2020

DÍA DEL IDIOMA

CELEBRACIÓN VIRTUAL "DÍA DEL IDIOMA"


En el confinamiento en que nos ha tenido esta pandemia hace algo más de un mes, vienen a mi memoria las imágenes de las izadas de bandera en la semana del 23 de abril, cuando conmemoramos el DÍA DEL IDIOMA ESPAÑOL... 

Recuerdo que los estudiantes van preparando sus actividades durante este mes: unos hacen las insignias para condecorar a los mejores de la clase de español, otros estudian las palabras alusivas, se nombran maestros de ceremonia, cada curso elabora carteleras con mensajes al idioma e imágenes de grandes escritores. No falta quien quiera cantar, decir un poema y hasta presentar un baile joropo o una coreografía de reggetón. Los maestros de español empiezan a preocuparse por que la actividad salga de la mejor manera.

Llegado el día de la izada de bandera, todos los estudiantes, directivos y docentes son convocados al polideportivo del colegio. Se suspenden las clases y los estudiantes en desbandada con su bullicio y algarabía, van bajando por la cancha de fútbol y los pasillos de los costados. Todos se van acomodando en las gradas alrededor de la cancha de baloncesto: los grupos  de undécimo, décimo y noveno en el costado al lado del parqueadero; en el costado al lado de la cancha de fútbol, los cursos de sexto, séptimo y octavo. Ya todos estás acomodados, se prueba el sonido y se busca que se escuche lo más nítido posible...es necesario llamar al orden por varias veces -Estudiantes, por favor hagan silencio que vamos a iniciar (dice la Coordinadora de Convivencia)- La desconcentración, los comentarios, juegos y charlas entre estudiantes se escucha muy fuerte. 

Por fin se consigue la atención y se inicia el programa. El maestro de ceremonias nombra al estudiante de cada curso que logró el mejor rendimiento en la clase de lenguaje. Tal vez los condecorados no se muestran muy entusiasmados, pero sabemos que tener el honor de ser llamados a izar bandera, les quedará en sus recuerdos. Nos ponemos de pie y entonamos el himno de Colombia, luego el de Villavicencio, después el del colegio y por último, sin saber de dónde salió, escuchamos el himno del idioma español...es muy sencillo, pero se escucha solemne, romántico e inspirador..."salve idioma español de mi tierra, bello canto de luz y de amor..." https://www.youtube.com/watch?v=a7Q0r8Sc-ZY .

A continuación se escuchan las palabras de un compañero que se dirige a toda la comunidad y nos recuerda que la celebración del día del idioma surge  por el aniversario de la muerte del gran escritor español Miguel de Cervantes Saavedra quien escribiera la obra "Don Quijote de la Mancha". También nos recuerda que el español es nuestra lengua oficial y que 580 millones de personas la hablan hoy alrededor del mundo, y que es el segundo idioma más influyente en el ámbito político y económico, incluso la ONU debe publicar en español todos sus comunicados. 

En este momento comprendo que cuando estamos celebrando el día del idioma español en el polideportivo del colegio, estamos haciendo uso de esta gran herramienta, única y exclusiva de los seres humanos, y también comprendo que es a través del idioma que logramos la comunicación entre los hombres. Cuando los estudiantes se cuentan sus historias, se comentan sus experiencias, hacen preguntas a sus profesores y participan de las charlas, están siendo competentes en su lengua oral...ahora sería interesante verlos hablar frente a frente, escuchar sus frases coloquiales y risas... mirarles a la cara para reconocer sus gestos y sus matices al hablar. 

Pero nos corresponde, en las actuales circunstancias, también ser competentes en el uso de nuestra lengua escrita. Nuestro idioma debe servirnos para comprendernos en la distancia. Nuestro lenguaje escrito es más complejo y exigente, pero es otra de las maneras como el idioma muestra su importancia. Escribir con claridad, coherencia y corrección es entender que el idioma, nuestra lengua castellana, cumple realmente con una función comunicativa y que tenemos la grata posibilidad de utilizarlo en nuestro beneficio.

 "Salve idioma español de mi tierra"


Luis Fernando Álvarez Torres
Docente titular de Lengua Castellana



  






domingo, 23 de febrero de 2020

BIENVENIDA AÑO LECTIVO 2020

¡ESTE AÑO VOY A ESTUDIAR CON JUICIO!

El título expresa un propósito que se deben estar haciendo muchos estudiantes, tal vez hasta se lo han manifestado a sus padres, familiares, amigos y profesores…tal vez lo han escrito en su diario, su estado de WhatsApp o su portal preferido… otros tantos estudiantes no lo habrán considerado todavía, pero en algún momento lo van a pensar si los resultados en sus evaluaciones o materias no son los esperados.

Los inicios de año siempre están llenos de buenos propósitos, cada quien piensa y se imagina un transcurso de año escolar lleno de buenas notas, de reconocimientos, éxitos y logros alcanzados. Siempre se considera que en el nuevo año se harán con más esmero las tareas, se leerán completas las obras de la clase de español, se le dedicará más tiempo al estudio del inglés, se le prestará mayor atención al profe de matemáticas y que, además, se alejarán de las amistades que no les permite concentrarse en los deberes. Muchos visualizan en su mente un APROBADO en el informe de final del año, porque piensan en el esfuerzo, la dedicación, la seriedad y la disciplina con que desarrollarán las obligaciones del colegio…

…pero a medida que van pasando los días y las clases, parece que esos propósitos pierden sentido, y lo que al inicio fue una buena intención se convierte en una falsa promesa. Es como si se fuera acabando la gasolina a la manera de un carro. Como si los buenos deseos de principio de año fueran un momento de euforia y no una decisión tomada. Los trabajos comienzan a hacerse a última hora o simplemente se busca cualquier excusa para no entregarlos, el esmero por aprender inglés se olvida porque se vuelve más importante revisar el Facebook; ya no hay intención de leer las obras de español porque se considera que para qué gastar tiempo si todo está resumido y explicado en internet…o que es más fácil pedir la copia al compañero para resolver la nota.

La situación anterior hace parte de nuestra cultura, así somos, está arraigado en nuestro inconsciente, somos como juegos pirotécnicos, como candela de fósforo, como estrella fugaz. Hoy tenemos toda la intención de llevar a cabo una empresa, pero cuando se consideran todas las tareas que se deben realizar, entonces desistimos del propósito y olvidamos todos los motivos que nos llevaron a imaginar hacer algo. Posiblemente nuestra manera de considerar las cosas nos lleva a pensar que todo se realiza por arte de magia, que aplicando la ley del menor esfuerzo también se realizan los proyectos, evitando los procesos, tomando atajos, sin complicarnos, esperando que todo salga bien…esperando que el promedio ponderado o la bondad del profesor nos dé para pasar la nota.

Tal vez lo que falta entender es que alcanzar un propósito conlleva realizar una serie de acciones específicas y es ahí donde nos equivocamos. El atleta no llega a la meta de una sola pisada, aunque desde siempre tenga la idea de ser el mejor; debe llevar a cabo muchas acciones en pro de que cada paso lo lleve con éxito hasta la meta. Las grandes fábricas se han construido con base en el esfuerzo, la decisión y la determinación (ejemplos de este tipo podemos leer en internet por montones). Los buenos propósitos deben estar acompañados de trabajo, consagración y disciplina para que se cumplan.

El transcurso de un año escolar es una carrera que amerita sacrificio, diseñar estrategias, cumplir con requisitos y rutinas, tener en cuenta condiciones, darle seriedad (cabe recordar que se está matriculado en una educación FORMAL). Leer completamente una obra literaria quita tiempo, es necesario sacrificar la visita al amigo, implica una hora menos en internet, requiere de desconectarnos de lo cotidiano; hacer un trabajo de matemáticas implica consultar, preguntarles a los amigos, escuchar a un maestro, escribir, calcular, borrar y volver a escribir. Cumplir con un horario exige levantarnos temprano, aunque deseemos seguir durmiendo; pero solo la seriedad con que se asuma el proceso de tareas y labores académicas van llevando al alcance del objetivo principal. Es entendiendo la dinámica del estudio y siendo parte activa de los procesos formativos, que se logra tener la certeza de que al terminar el año se alcanzará lo esperado.

Muchos lo consiguen a través de maliciosas estrategias, pero esa no es la idea, es necesario cambiar la cultura del facilismo, del ocio y la copia. Las malas prácticas cultivan en nuestra personalidad una forma de actuar que perdura por toda la vida; por eso es que se debe enfocar la mente y las acciones hacia la disciplina y el trabajo, porque el estudiante se está formando para desempeñarse como alguien útil a la sociedad y desde siempre debe entender que los éxitos se logran con esmero y sacrificio, cumpliendo con los deberes.

Qué buen propósito el de querer estudiar con juicio este nuevo año, pero se debe tomar esa intención con la mayor conciencia posible, reconociendo lo que exige cumplirla, siendo sincero consigo mismo y no buscar culpables y excusas por no poder cumplir lo propuesto. Qué bueno que ese propósito de estudiar con juicio se mantenga hasta ver el año terminado.