Wikipedia

Resultados de la búsqueda

lunes, 31 de julio de 2017

CONTEXTO DE LECTURA PARA MEJORAMIENTO ESPAÑOL 1ER SEMESTRE


COMPONENTE DE TRABAJO GRADO 10


Lea cuidadosamente el siguiente texto para resolver la guía de trabajo. Recuerde dejar al final su comentario sobre lo leído.

TODOS SOMOS IGUALES

El que es bueno, de la bondad que atesora en el corazón produce el bien; pero el que es malo, de su maldad produce el mal, porque de lo que abunda en el corazón habla la boca. Lucas 6:45

En un pueblo, gobernaba un hombre famoso por sus abusos de autoridad y su desprecio hacia las clases más humildes. Con frecuencia hacía fiestas a las cuales invitaba sólo a la gente más acaudalada de la localidad, gente como él, indiferente a las necesidades de los pobres.

Un día llegó al pueblo el señor Freyman, un empresario muy rico, quien pensaba instalar una gran industria en el lugar, lo cual significaría un gran progreso y fuentes de trabajo para los lugareños. El mismo gobernador fue a recibir al empresario, le ofreció su casa y lo acompañó a ver el terreno.

Esa noche, ofreció una fiesta en su honor, en donde, como siempre se reuniría la crema y nata del pueblo.

Estaban en medio del banquete, cuando a un mozo se le cayó una bandeja con vasos, haciéndose trizas en el suelo, justo enfrente del gobernador y su invitado.

¡Pero que no te fijas imbécil?- le gritó el gobernador al muchacho, quien muy asustado procedió a recoger los vidrios. El hombre no cesó de insultarlo, hasta que terminó de recoger todo. El empresario se quedó observando muy conmovido e indignado la escena, pero lo disimuló.

Después que se hubo ido el muchacho, se dirigió al gobernador: - Señor gobernador... ¿le puedo hacer una pregunta? - Por supuesto, mi estimado señor Freyman- respondió zalamero el gobernador. - ¿Si esos vasos se me hubieran caído a mí, qué hubiera pasado?, ¿me habría usted insultado como lo hizo con ese pobre muchacho?

El gobernador se turbó por la pregunta y respondió: - ¡Por supuesto que no señor Freyman, cómo cree! - ¿Y por qué no? También se hubieran roto los vasos. - Pero no es lo mismo... ¡cómo iba yo a ofenderlo a usted! - Ah, ¿y por qué a ese muchacho sí? - Pues... es solo un indio... un desarrapado...

- Es un ser humano, igual que usted, igual que yo- declaró firmemente el empresario. - ¡Pero cómo
se va a comparar con nosotros ese pobre diablo! - Ese pobre diablo, como usted lo llama, merece respeto y consideración. El hecho de no poseer bienes, no hace a un hombre menos merecedor de estos.

Las palabras del empresario se escuchaban claras y decididas en el comedor, pues todos los invitados se habían quedado en silencio, asombrados, viendo como el gobernador, era avergonzado por su invitado de honor.

¡Ah que señor Freyman, me resultó usted predicador!- trató de bromear el gobernador, para disimular su malestar. No, señor gobernador, estoy hablando muy en serio. Bueno, pero no es para tanto jeje... Pues quiero que sepa, que yo fuí como ese muchacho, yo servía mesas en la taberna de mi pueblo... ¿Pero cómo es posible? Así es, señor gobernador. Yo vengo de una familia muy pobre, empecé a trabajar desde los doce años. No le voy a contar mi historia, pero quiero que sepa que porque he estado abajo, sé cómo se siente ser tratado como usted ha tratado a ese muchacho. Y una cosa le aseguro, yo soy la misma persona, ahora que tengo dinero, que cuando no lo tenía y eso, gracias a los valores que me enseñó mi madre. Porque el hombre no vale por lo que tiene, sino por lo que es. Hay muchos ricos que no valen nada y muchos pobres que valen oro. Todos nacemos igual: sin nada y todos morimos igual: sin nada. No importa si en este mundo fuimos ricos o pobres, cuando lo dejamos, nada material nos llevamos. Todos nos hemos de presentar ante Dios de la misma manera, para Él somos todos iguales, así que si para Él somos todos iguales, ¿quiénes somos nosotros para hacer diferencias?

El empresario terminó de hablar y calmadamente prosiguió con su cena, dejando a todos consternados y pensativos, especialmente el gobernador, quien esa noche había recibido la lección más grande de su vida. Porque no hay excepción de personas para con Dios. Romanos 2:11
                                                                                                    

García Schneider, Angélica. http/www.lecturasparacompartir.com/reflexion/todossomosiguales.html





COMPONENTE DE TRABAJO GRADO 11

Lea cuidadosamente el siguiente texto para resolver la guía de trabajo. Recuerde dejar al final su comentario sobre lo leído.


"Yo siempre tengo razón"

"Quien no opina como yo está equivocado". Éste es el convencimiento secreto de todas las personas que discuten. Y es lógico que así suceda, porque tener una opinión significa creer que se tiene una opinión acertada; de donde resulta que quienes no tengan la misma opinión tendrán forzosamente una opinión errónea.

El que las propias opiniones sean siempre acertadas se basa en un hecho ya señalado en un pequeño librito de cincuenta páginas escrito por el señor Descartes. Comienza diciendo, ese librito, que la inteligencia es la cosa mejor repartida del mundo, pues cada uno está conforme con la que tiene. Es decir: con la mucha que tiene; a lo cual puede, agregarse que cada uno está conforme, también, con la poca que tienen los demás. Gracias a la mucha inteligencia que uno tiene y a la poca que tienen los demás, resulta que quien siempre está en lo cierto es uno mismo, y quienes siempre se equivocan son los demás.

Como opinar es tener razón, lo terrible es que a uno no lo dejen opinar y le griten: "¡Usted se calla!". Así los padres le amargan a uno la adolescencia, y de la misma manera se la amargan los profesores de matemáticas pues en matemáticas resulta que tampoco lo dejan a uno opinar, que es no dejarlo tener razón. Y lo mismo sucede en la comunidad, cuando uno les grita a todos: "¡Ustedes se callan!", después de lo cual ese uno puede, justamente, decir: "¡Yo siempre tengo razón!"

En el famoso librito del señor Descartes se aconseja no discutir y conformarse con la generosa dosis de inteligencia que Dios le ha dado a cada uno, sin regocijarse por la poca que le ha dado a los demás. Pero sería falso sostener, sin embargo, que las discusiones son inútiles, porque de ellas no surge ninguna verdad. Surge, por lo menos, la reafirmación de dos verdades: precisamente las que se refieren a la mucha inteligencia de uno mismo y a la poca ajena. (Con la ventaja de que de esas dos verdades se convencen las dos personas que discuten). Como, en definitiva, toda discusión tiende a reafirmar ese convencimiento, no conviene invocar razones que compliquen una cosa tan sencilla. Las razones se invocan para demostrar la propia inteligencia, pues tener razón en algo es ser inteligente en la apreciación de ese algo. De ahí que cada uno se resista a aceptar las razones ajenas, y de ahí, también, que cada uno diga que el otro no quiere entender razones.

El que discute no acepta razones, y hace bien, porque aceptar razones es reconocer que quien está equivocado es uno mismo y no el otro. Y para llegar a eso no valía la pena discutir. Lo mejor, pues, cuando alguien desconocedor de la técnica de la discusión, invoca razones, es recurrir al argumento clásico y definitivo y decirle: "¡A mí no me va a convencer con razones!" (De otra manera, más popular, pero menos sabia: "¿Usted me quiere trabajar de palabra?").

Un procedimiento eficaz para evitar que la discusión se complique con razones es emitir la propia opinión lo más oscuramente posible. Es el consejo que hace veintitantos siglos daba el señor Aristóteles, que de estas cosas entendía una barbaridad: "Es necesario presentar oscuramente la cosa, pues así lo interesante de la discusión queda en la oscuridad". Si el otro no entiende, tendrá que confesarlo, y confesar que no se entiende algo es confesar que la inteligencia no le da para tanto. (Con este procedimiento se evita, además, que aprendan gratis los curiosos atraídos por la discusión).

Lo molesto, en una discusión, es que cuando uno está exponiendo sesudamente sus opiniones, el otro lo interrumpa para preguntarle: "Me permite, ahora, hablar a mí ?" O sea: ¿Me permite opinar? Pero, ¿cómo se lo va a dejar al otro que opine? ¿Cómo se lo va a dejar que, opinando, se forme el prejuicio de que tiene razón? A veces, el otro, pasándose de vivo, lo interrumpe a uno para decirle: "¡Yo no opino lo mismo!" Y con eso cree tener razón, sin darse cuenta de que precisamente porque no opina lo mismo está equivocado. De ahí que, para abreviar la discusión y demostrarle rápidamente al otro que está equivocado, conviene preguntarle: "¿Usted no opina lo mismo? Si contesta que sí, reconocerá que quien tiene razón es uno; y si contesta que no, estará perdido, pues habrá confesado que quien no tiene razón es él. Por eso, quienes saben qué está en juego en una discusión, si se les pregunta: "¿Usted no opina lo mismo?", contestan evasivos: "Mire, yo francamente... ". El "francamente" es para despistar. Los que así contestan son los que no tienen interés en ponerse de acuerdo con nadie. Y, si se mira bien, se verá que en las discusiones nadie puede tener interés de ponerse de acuerdo con nadie. Si después de discutir dos horas es necesario admitir que se estaba de acuerdo, se produce una doble decepción, porque cada uno se ve obligado a estar conforme con la mucha inteligencia que al otro le ha tocado en suerte, que es una manera de no estar conforme con la poca inteligencia que le ha tocado a uno. Y para llegar a eso, tampoco valía la pena discutir.

Como se ve, una buena discusión es toda una técnica de higiene mental; en las discusiones conviene que hable uno sólo y que el otro sea quien confiese que no opina lo mismo. En rigor, cuando se discute no interesa decir qué opina uno mismo ni averiguar qué opina el otro. Lo que interesa es decirle, al otro, que está equivocado, como se asegura que hacía Unamuno. Unamuno entraba en una reunión y preguntaba: "¿De qué se trata? ¡Porque yo me opongo!" Y les demostraba enseguida, sin dejarlos chistar, que todos estaban equivocados. Y si a alguien se le preguntaba después: "¿Qué dijo Unamuno?", ese alguien contestaba: "¡No sé!" ¡Pero tenía toda la razón del mundo!"

Y ahora algún lector podrá sostener que no, que todo esto es falso, que la técnica de la discusión no es ésa. Pero ese lector, por el simple hecho de confesar que no opina como nosotros, reconoce, sin quererlo, que está equivocado.
Vicente Fatone
[Publicado originalmente en El Mundo (periódico) 17-X-1939. Edición de Ricardo Laudato]






domingo, 23 de julio de 2017

TEATRO KENNEDYSTA 2017

TRABAJO DE POSTESCENA

Mediante el trabajo de teatro en el colegio se han generado ambientes de aprendizaje difíciles de conseguir con las clases académicas tradicionales. En la preparación de la obra se descubren líderes, los estudiantes expresan y proponen sus ideas y además se trasforman en agentes activos de un proyecto, se reconocen talentos, se motivan escritores, se pone en practica la capacidad de diálogo y se fomenta el arte en muchas de sus expresiones. Lo más probable es que los estudiantes kennedystas no terminen como actores o artistas y de hecho ese no es el objetivo, pero sí van a lograr tomarse confianza para exponer sus ideas, para hablar frente a los demás y para proponer alternativas de solución a los problema en su vida social, asuntos fundamentales para desenvolverse en el día a día.

Pero no se puede terminar un proceso tan completo con la puesta en escena de una obra de teatro, sino que se debe hacer una evaluación, una retroalimentación que permita valorar lo hecho y permita ver de una manera materializada los logros personales y académicos alcanzados a nivel individual, grupal e institucional.

Por lo anterior se requiere que cada uno de los estudiantes diligencie el formato de trabajo postescena que se presenta a continuación. Con este formato se busca que el estudiante espectador-actor reconozca los elementos de la dramática, valore estos elementos en cada una de las obras vistas y vaya más allá de la realización de la obra poniendo en juego su capacidad analítica, crítica y propositiva que es, en definitiva, lo que debe desarrollar el estudiante para crecer en pensamiento y para aprender a dar valor a su trabajo y el de los demás.

A continuación la ficha de trabajo:


INSTITUCIÓN EDUCATIVA COLEGIO JOHN F. KENNEDY
FESTIVAL DE TEATRO KENNEDYSTA AGOSTO 19 DE 2017  
GUÍA PARA ANÁLISIS DE OBRA DE TEATRO

FECHA:_______________________________             CURSO: _________________

ESTUDIANTE: _________________________________________________________________________ 

Competencias en Artes: Disfruto al relacionarme con las obras artísticas. Comprendo y respeto la diversidad artística y cultural desde la interculturalidad y la convivencia.
OBJETIVO: Evaluar el trabajo artístico y el contenido de las obras presentadas por los diferentes cursos en desarrollo del festival de teatro kennedysta 2017.
ORIENTACIONES METODOLÓGICAS: -     Observe y valore con atención las obras durante el festival y diligencie el cuadro siguiendo las indicaciones de los docentes.
-       Participe en la socialización de esta guía  y la  evaluación del  festival
ACTIVIDADES:
Título Obra /grado
Expliquen si la obra correspondió al género que mencionaba el volante.
¿Qué sentimientos y/o sensaciones les generó la historia?

Evalúen   la escenografía y el vestuario de la obra.
¿Qué comportamientos y de qué personaje no les agradó? expliquen.
¿Cuál creen que fue un asunto tratado la obra?

Expresen en una frase la idea que le generó la obra de teatro observada.
Ej.: Olvidamos que el valor de las personas está en su  riqueza espiritual y no material.



































Describa de manera abreviada y concreta cuál fue su experiencia como actor y/o espectador:


lunes, 20 de marzo de 2017

YOU SHOULD TO LEARN ENGLISH!

Por Luis Fernando Álvarez Torres
Docente de Lengua Castellana

Plantear el tema de la importancia de aprender a hablar inglés en la actualidad me hace recordar la experiencia que viví hace algunos años atrás (para ser más exacto unos 17 años, hacia finales de los años noventa e inicio de los años dos mil), cuando el asunto de los computadores y las nuevas tecnologías era el tema recurrente de conversación y el boom del momento. Era una realidad que se veía venir avasallando sin tregua, de manera que me causaba temor porque desconocía todo sobre el asunto; pero como la dinámica de la vida es inevitable, más tarde que temprano me vi abocado a aprender a operar un programador, a utilizarlo en mi vida laboral y a aplicarlo en mi quehacer pedagógico, fue enfrentarme a una situación ajena a mi naturaleza y para la cual no me sentía capaz ni mucho menos preparado…pero en resumidas cuentas me tocó aprender a moverme en el mundo de la tecnología y las comunicaciones o renunciar a mi condición profesional (se entiende qué termine decidiendo).

Al principio fue traumático y frustrante al punto de considerar que para ese asunto estaba “negado”, no fueron pocas las ocasiones que sentí que no acertaría a encender y apagar un computador, el misticismo hacía que el asunto fuera más complejo aún: que si hacía esto se bloqueaba, que si aquello se borraba todo, que  tal cosa entonces el aparato ya no funcionaría, etc. Tal vez muchas veces maldije estos aparatos y además mi suerte de haber tenido que aprender a usarlo.  Era un mundo totalmente desconocido y desfavorable para mí y eso que no mencioné lo  complejo que me parecía configurar la tal impresora para poder lograr colocar en físico lo que en el computador me parecía que estaba perfecto.

Y las cosas no terminaron allí, pues a dicha situación se le sumó después el uso del internet, el manejo de los teléfonos móviles y con ellos las redes sociales y demás, cada vez la exigencia fue y ha sido  mucho mayor. Entonces no quedó más que ponerme en la tarea de aprender…fui observando y analizando las cosas, diseñando estrategias que me permitieran ir acercándome al asunto de los computadores, pero creo que lo más importante fue ensayar, intentar y aplicar el método del ensayo-error que termina por darle a uno la experiencia y la certeza de que lo que hace es posible o está bien.

Cada vez el mundo moderno impone retos y es en ese sentido que planteo el asunto del aprendizaje del inglés como algo que se compara con mi experiencia con los computadores, para ustedes las nuevas generaciones, es decir, para ustedes los estudiantes…tal vez ya para mí no sea un asunto tan obligado (aunque se habla del año 2020 en el que los maestros en ejercicio debemos saber hablar un segundo idioma) sin embargo ya no lo veo tan imponente para mí, no es del mismo modo para ustedes, pues deben saber que son hijos de esta época y que apenas comienzan a fabricarse un futuro, un mañana profesional y laboral para lo cual es indispensable saber un segundo idioma que indiscutiblemente será y es el inglés.

Son muchas las razones que me llevan a hablar de este asunto, pues para nadie es oculto que el idioma inglés es la más influyente lengua en el mundo de hoy: si vamos a comprar un aparato o electrodoméstico las instrucciones vienen escritas en inglés, mucha información de la que se encuentra en ese mundo virtual en que se vive ahora –la web- está en inglés, solo se tendrán mejores y mayores oportunidades de estudio y trabajo si se sabe hablar inglés y que queramos o no las prospectivas hacia el futuro es que el inglés sea (que de hecho ya  tiene terreno ganado) el idioma universal. El siguiente link remite a un video que reafirma lo dicho anteriormente a la vez que muestra  que las oportunidades se presentan pero será más fácil aprovecharlas si se posee una preparación bilingüe: https://www.youtube.com/watch?v=mnHMVxt1dlE

Parecerá absurdo que un docente de lengua castellana motive a ocuparse de otro idioma que no sea el español, pero sería más paradójico no enseñar a leer la realidad que se vive si precisamente esa es mi función como docente. Mi obligación es hacer ver que es necesario prepararse para un futuro y que dentro de esa preparación se debe contemplar la necesidad de mejorar el manejo del idioma inglés.  

Bye, I hope you are very well.


I think you can do it. Strive, just have discipline and disposition.

sábado, 28 de enero de 2017

PARA INICIAR EL AÑO




BIENVENIDOS A UN NUEVO AÑO ESCOLAR

Nota previa: El año anterior escribí esta bienvenida con la intención de motivar a los estudiantes a trabajar con seriedad para lograr la meta de ¨pasar el año¨, pero también de advertirles de el reto y la responsabilidad que tenían con un nuevo año escolar; ahora después de que hubo terminado  el 2016 y que iniciamos una nueva etapa, miro con nostalgia hacia atrás porque no todos lograron alcanzar esa meta. Sus anhelos de continuar hacia adelante se frustraron trayendo  desconcierto y tristeza para ellos y sus familias...tantas madrugadas, tanto dinero invertido, tanta energía desperdiciada...tal vez no fueron significativas mis palabras o no fue suficiente el mensaje. Ahora quiero repetirlo de nuevo para los que inician este año, esperando que lo lean con atención y lo comprendan, que reflexionen y asuman una actitud decidida para que al final del presente 2017 podamos decir con satisfacción que todos ¨lograron pasar¨.

¨Una nueva oportunidad se presenta ante nuestros ojos para construir, para renovar, para recrear, para aprender, para crecer, para leer... y para escribir… El nuevo curso es una página en blanco. Escribir en ella es una experiencia personal y colectiva que nos convoca a cada uno y a todos en general para generar la comunión entre  alumnos y alumnas, profesores y profesoras, padres y madres de toda la comunidad educativa.

ES TIEMPO de leer con comprensión y de escribir con atención, con esmero y con esperanza en esta nueva página de la historia de cada uno, Recuerda que es una oportunidad que Dios y la vida nos ofrece para ser mejores. No hay mañana para empezar, es hoy. El momento para demostrar nuestros logros y ver realizado el cumplimiento de nuestras metas, llegará más rápido de lo que pensamos. No dejemos que nos sorprenda la fecha límite de cada proyecto para luego lamentar el tiempo perdido. ¨No dejes para mañana lo que debes y puedes hacer hoy¨.

La vida ha puesto a cada uno de ustedes aquí por alguna razón, y aquí mismo tienen que demostrar que pueden autosuperarse, sobrepasando los obstáculos y dificultades, las pruebas y adversidades que de una u otra manera estarán presentes en el diario caminar. 


No hay materias imposibles de pasar, todas están hechas para la capacidad que hoy tienen. Los compromisos con las actividades, las tareas, las responsabilidades solo tienen el límite que  ustedes mismos le coloquen y son realizables en la medida de nuestra propia voluntad...no busquen cargar las culpas de su propio fracaso a las personas que les rodean o las circunstancias... 


En la escuela nos socializamos y hacemos amigos y disfrutamos de su compañía, sus juegos y sus ocurrencias, pero también estudiamos, cumplimos deberes, aprendemos a ser responsable, disciplinados, No olvidemos esto. 


Respeta a los semejantes y a la naturaleza, y exige el respeto de todos. Nuestros derechos terminan donde inician los derechos de los demás. Ahora hacen parte de la  comunidad Jhon F Kennedy y cada ser o persona que está a su lado tiene el derecho de estar allí y de disfrutar de lo que hay y de recibir el mejor de los tratos sin discriminación.

Administren bien el tiempo. Todo se puede hacer, pero debemos asignar un momento para cada cosa. Denle mayor importancia y tiempo a las actividades que traerán beneficios. El tiempo es como el dinero: debe invertirse no gastarse, y no debe utilizarse para comprar lo que se  quiere sino lo que necesite. 


Si algo debe quedar bien claro en la mente de cada uno, es que no hay imposibles. Pueden ser lo que quieran, grande o pequeño, como quieran. Todo empieza en la imaginación, imaginen que son el mejor y lo serán, imaginen que pueden y podrán. Pero tienen que acompañar el pensamiento con la acción, de lo contrario no pasarán de ser unos soñadores.

Bienvenidos a este Año Lectivo 2017¨.
 
Con cariño, su maestro de Lengua Castellana.